Publicado: 27/05/2013
Se acerca junio y con él llegará el
verano. Es la época de planificar las vacaciones, consultar las predicciones
meteorológicas y esperar que el tiempo acompañe. Pero todas las alarmas han
saltado a raíz de una información publicada por el canal francés Metèo. Según
esa fuente, hay un 70% de probabilidades de que 2013 sea un año sin verano.
El
canal asegura que el "largo y tardío" invierno que hemos sufrido en
2013 ha provocado el enfriamiento de los mares y una actividad solar débil que
tendrá un efecto directo en el clima del oeste de Europa en los meses de
verano. Prevén para la época estival en Francia temperaturas dos o tres grados
inferiores a lo normal y probabilidades de lluvia dos veces superiores a las
habituales.
La
alarma no queda ahí y Metèo avisa de que en julio y agosto habrá golpes de
calor de corta duración a los que seguirán fuertes tormentas y la normalidad no
se recuperará hasta finales del verano. Por eso, el mejor tiempo llegaría en
septiembre y octubre.
TEMPERATURAS POR DEBAJO DE LA
MEDIA
Pero, ¿tiene fiabilidad esa previsión?
¿Tenemos que preocuparnos? Alejandro Lomas, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), tranquiliza
relativamente a los veraneantes. "Todas esas predicciones a medio plazo
tienen una fiabilidad prácticamente experimental y su validez es escasa. En
cualquier caso, nunca se sabe y quizá luego veamos que ha acertado",
explica a El Huffington Post.
Lomas
reconoce que las predicciones que la Aemet maneja hasta el día 16 de junio, y
que tienen buena fiabilidad, indican que las temperaturas van a estar por
debajo de la media de esta época.
El
meteorólogo advierte, además, de que los denominados "años sin
verano" no son una leyenda y que sí ha habido ocasiones en que no ha
habido época estival. Uno de los más famosos, según él mismo explica, fue 1816,
cuando un volcán llamado Tambora, en Indonesia, entró violentamente en erupción
y cubrió de cenizas "toda Europa". Eso evitó que el Sol calentara
normalmente.
"En
aquella época todavía no había instrumentos y muy pocos observatorios, pero se
pueden sacar datos del archivo de las noticias. Y es cierto que tanto en 1816
como en otros años prácticamente no hubo verano. Eso tuvo sus repercusiones
graves, como cosechas que no se pudieron recoger", indica Lomas.
Esas
crónicas periodísticas de las que habla relatan que la erupción del volcán
Tambora cubrió de cenizas de varios metros de espesor islas enteras. Esa nube
fue tan densa que la temperatura descendió bruscamente. Eso, unido a una
histórica caída de la actividad social provocó el más famoso año sin verano de
la historia, recordado como "año de pobreza", "El verano que
nunca fue", "El año que no tuvo verano", y "Mil ochocientos
y helados a muerte".
El ingeniero Emilio Rey Hernández también se ha mostrado rotundo en su
blog de20Minutos:
"Nunca ha vuelto a pasar y, desde luego, no pasará este año. Podremos
tener veranos más calurosos, más frescos, más o menos lluviosos, pero todos son
veranos".
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